La Eternidad con Zapatos

Dijo la Critica

Una jovencita tímida llega, o el mar la empuja, a la morada de una pareja un tanto extraña, una prostituta en decadencia y un cafisho sin escrúpulos son los anfitriones. Ambos comparten códigos de convivencia y parecen armar el espacio para que esta jovencita entre al juego. Un cruce constante de intenciones, de climas, de confesiones, de miradas, va entretejiendo esta historia. Cada personaje pareciera moverse entre las sombras y entre viejos secretos: aparecen constantemente cajas de recuerdos y objetos que evocan imágenes pasadas; quizás un instante de felicidad, un momento de gloria, una caricia…

Muy buenas actuaciones, con una consistente conexión escénica que es la puerta para entrar a “La eternidad con zapatos”. Un minucioso trabajo en el uso y significado de los elementos de escena y una exquisita labor en la construcción de las atmósferas, de los textos y de lo que no se dice.

Gilda Sosa

revista ABRI

http://www.abri.com.ar/septiembre08/escenicas_septiembre08.html

domingo, 18 de julio de 2010

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